“Si no hubiese sido diseñadora de modas, habría sido bailarina de ballet”. Así reflexiona Stella Nolasco mientras conversamos en su atelier localizado desde hace 16 años en la Calle San José en el Viejo San Juan, rodeadas de piezas de su más reciente colección Pas de Deux. Otoño-Invierno 2011, de su línea lista para llevar. El escenario se completa con rollos de hilo, cintas, plumas, encajes, sedas, tules, mesas de corte, maniquíes y mucho más. Perfecto el escenario, y entre bambalinas y bastidores, fluye la charla con la experimentada diseñadora de modas y artista, esposa de Sandro Giulimondi, arquitecto, sommelier y diseñador a su vez de sus propios vinos, y madre de dos futuras fashionistas, Daniella de 16 años y Alexa Giulia de 3.
Línea, estilo, silueta: retrato de una diseñadora
Dotada de un talento único para el diseño de modas donde laten, en perfecta sincronía, el lado nostálgico, romántico y “vintage”, con lo más vanguardista, cosmopolita y sofisticadamente urbano, de su persona artista/diseñadora, Stella Nolasco es una de las diseñadoras puertorriqueñas de mayor reconocimiento y exposición, tanto a nivel de la Isla como en el ámbito internacional. Este “savoir faire” único de Stella le permite mirar al pasado e identificar posibilidades de recreación. Luego su visión muy moderna y arriesgada las transforma y traduce en siluetas que realzan la sensualidad femenina en líneas asimétricas, drapeados, escotes profundos en la espalda, materializados en mil formas de encajes, cintas, bordados, plumas, en las mil capas de textura, color y transparencia que logra con los forros. Nada desentona en un diseño de Stella Nolasco pues el principio que lo controla todo es el equilibrio, la proporción, el balance. “Al mirarlo, igual que al mirar una obra de arte, ningún detalle puede molestarte”.
Graduada de Drexel University en Philadelphia, fue seleccionada para participar en el programa de diseño de modas de la aclamada escuela SACI en Italia. Más adelante en su carrera, sus piezas han figurado en tiendas prestigiosas como Neiman Marcus. Participó en Atmosphere en el Paris Fashion Week en donde su línea tuvo gran acogida por importantes establecimientos de moda en Europa y Asia.
Sobre el trabajo que conlleva la creación de cada colección, comenta Stella que es algo así como reunir miles y miles de pequeños puntos de luz en un conjunto armonioso. Esto va desde la sensibilidad para captar al instante lo que será la tendencia futura, lo que se llevará en la próxima temporada, hasta la inspiración, que dice puede venir de algo que vio al vuelo en la calle, y que puede ser lo menos ‘fashion’ imaginable, hasta un color, una película, una persona, una experiencia como la del ballet, una tela. Y aquí se detiene Stella. Las telas dice, son algunas de sus musas más importantes. Tiene suplidores en Nueva York, en China, en Francia. También diseña sus propias telas y se las hacen por pedidos especiales. Entre todas, los encajes franceses, los tules y el gazar de seda, son sus favoritos. La calidad del material, añade, es lo más importante para que esa pieza tan especial tenga una vida larga. Hay que saber elegir, manejar y conocer lo que cada material te puede dar. Uno de los elementos fundamentales de sus vestidos son los forros. A veces requiere dos y tres capas para lograr el volumen, la caída, la transparencia, la textura y el color deseado. La chica es muy exigente.
Pas de Deux 2011: la inspiración
Todo comenzó cuando varios meses atrás la reconocida compañía de baile Ballet Concierto le pidió a Stella que diseñara y confeccionara el vestuario para la Sugar Plum Fairy y su pareja en el ballet The Nutcracker Suite. De inmediato se encendieron todas las luces que iluminan dos de sus pasiones: el ballet y el diseño, y tuvo la oportunidad de vivir lo que ocurre en los camerinos y cuartos de vestuario de un cuerpo de ballet. Pasó tiempo con las bailarinas y bailarines, rodeada de vestuarios, maquillajes, zapatillas, medias, tocados. Los observaba vestirse, maquillarse, antes de salir a escena para los ensayos. Luego salió la aclamada película “Black Swan” con Natalie Portman y el momento de inspiración estaba completo. Su nueva colección partiría de temas y efectos atados al ballet y al vestuario del ballet.
Sin embargo, el nombre “Pas de Deux” va mas allá de esta experiencia. Hacía tiempo que su esposo Sandro le insistía en que debía proseguir con su afición y talento para la pintura. Le compró pinceles, pinturas, lienzos, caballete y Stella comenzó a pintar. El Pas de Deux 2011 de Stella Nolasco se mueve entre la creación de la diseñadora de modas y la creación de la artista, pues conjuga la pasarela con la exhibición de su galería de pinturas.
Pas de Deux: la colección
La paleta de colores, a tono con la temporada de otoño-invierno reúne el negro, el blanco, el verde botella y el bronce, el rojo tomate, el “teal”, el rosa viejo y el gris como tono neutral. No faltan los diseños gráficos de círculos, listas y rectángulos. Guipures que suben por los brazos para caer luego de un atrevido escote, sobre estrechas cinturas y faldas cortas, circulares, vuelos de tul o de organza y transparencias que revelan piel.
Vemos ojos oscuros, pelos repelados donde se lucen tocados espectaculares creados a partir de los materiales utilizados, piernas vestidas de ricas medias en colores y texturas de encaje que alargan y estilizan la figura, completan la imagen que lleva el más puro romanticismo a las puertas de la pura vanguardia en la moda. Sobre el despliegue del tocado dice Stella que es el accesorio estrella y el único que utiliza en esta colección. Nada de collares, ni pantallas, pulseras, broches o sortijas.
El foco de la silueta es la cintura pequeña, bien entallada, faldas cortas, circulares, pero no tan estructuradas, o a mitad de pierna. Los diseños más formales para la noche presentan faldas largas con más movimiento. La colección fue ejecutada con mucha textura y las transparencias de chifones y organzas combinados con trabajos hechos a mano por Stella con plumas, encajes, flecos y cintas, bordados diseñados y realizados por ella, lo cual le da a cada uno de sus vestidos la personalidad artesanal, hecha a mano, de pieza única e irrepetible. Stella ve este el elemento más recargado y trabajado como una de las tendencias importantes para esta temporada de otoño invierno 2011.
Sobre el diseño de modas hoy en Puerto Rico
Stella considera que desde la década de los 90, el diseño de modas en la Isla ha roto fronteras y se ha internacionalizado con diseñadores de gran categoría. Su consejo a los jóvenes que se inician en esta hermosa industria es fortalecer las bases de su educación formal en el campo, tener bien claros los elementos del diseño, afinar el ojo en cuanto al balance y la proporción, prestar suma atención a las terminaciones, usar siempre materiales de la mejor calidad y siempre exigirse un poco más a sí mismos.
Stella ha vestido variedad de celebridades reconocidas en el mundo artístico a nivel local e internacional, como Beyoncé, Judy Reyes, Bo Derek, Dayanara Torres, Marlene Favela, Adamaris López, Alicia Machado, Barbara Bermudo y Giselle Blondet. Y por supuesto a la más famosa de sus clientas, la eterna rubia Barbie, pues ganó el concurso Barbie Project con un diseño inspirado en la moda de los 60 para la renombrada muñeca.
En el futuro le gustaría vestir a Natalie Portman, Angelina Jolie, Nicole Kidman y jugar con sus curvas, pieles y personalidades. Su clientela son mujeres de todas las edades con gran sentido de la moda, exigentes, que buscan algo diferente a lo que se encuentra en las tiendas, esa pieza única con la cual se destacarán en un evento especial, en una boda. Trabaja mucho las novias y todo su séquito e invitados. Usualmente, como saben de la moda, sus clientas ya traen una idea de lo que desean y de ahí ella parte sugiriendo y mostrando telas, dibujando variaciones de estilo y silueta para que tengan una idea más clara. Luego viene el toile y finalmente el vestido. En el atelier de Stella su clientela también encuentra los vestidos listos para llevar. Si es necesario, estos pueden reproducirse de acuerdo al tamaño, de esta nueva colección, piezas sueltas o de colecciones anteriores, siempre al ritmo de su danza.
Por Mariel Echegaray