Un armario fresco, colorista y divertido. Esa fue la propuesta de Desigual para la próxima Primavera-Verano. Capitaneadas por Adriana Lima, el grupo de modelos, que incluyó a Poppy Delevingne, conquistó a los presentes con una actitud animada y optimista igual a la filosofía de la marca, cuyo emblema es La vida es chula. ¡Sin duda, este desfile es el que pone la nota más alegre y colorida a la New York Fashion Week.
Los estampados étnicos y florales de inspiración tropical de la propuesta titulada “Say something nice” firmada por el maestro Christian Lacroix, y los cortes sencillos pero favorecedores, con predominio de los minivestidos y los monos cortos, fueron los grandes protagonistas del desfile de la firma española. Sin embargo, también pudimos ver pantalones y monos largos, para los que Desigual escoge los tejidos con transparencias, siempre estampados por el tan característico diseño almazuela (patchwork) aunque en esta ocasión hay que decir que el negro adquiere un protagonismo sorprendente dotando de cierta sobriedad a algunas prendas de la colección.
En lo que a los bolsos se refiere la firma apuesta, en consonancia con sus diseños anteriores, por el tamaño maxi. Sin embargo, también pudimos ver diseños más pequeños, tipo cartera. En ambos casos, la combinación de estampados y la explosión de color fue la nota predominante.
Para vestir los pies pasado el otoño y el largo invierno, Desigual apuesta por las sandalias de tiras trenzadas en todos los colores, desde los más cálidos hasta los más fríos. Y, como anécdota divertida, muy propia de la firma, que hace de sus desfiles un show cargado de optimismo y vitalidad, algunas de las modelos portaban carteles con mensajes como “Me encantan los fotógrafos”, “Estoy buscando novio” o “Feliz de estar aquí”. Como broche de oro, el carrusel se convirtió en una improvisada fiesta con confeti, gorritos y muchas, muchas sonrisas.