“A diferencia de un sombrero, un tocado se lleva sobre la cabeza, no la cubre porque no tiene la función de cubrir. Se encuentra más en la categoría de un accesorio que simula estar esculpido en la cabeza. Un tocado aporta personalidad y sofisticación”, asegura la artista de los ornamentos Blanca Viera, dedicada desde hace unos años a crear piezas magistrales que llaman la atención y evocan individualidad. “Es la pincelada final que el artista da sobre lo pintado, el detalle que completa un atuendo. La mujer que lo lleva sabe lo que le queda bien y con mucha actitud, hace una declaración de personalidad al lucirlo”.
Así caracteriza Blanca Viera, creadora de Frolain, la línea de piezas llamadas tocados por las que se ha dado a conocer como diseñadora y que distinguen su atelier y empresa. ¿Por qué Frolain? Es una interpretación, para distinguirse y que llame la atención, proveniente del alemán Fräulein. “Siempre me ha fascinado todo lo que tiene que ver con la cultura y la estética alemana”, dice. “Tanto así, que un amigo muy querido comenzó a llamarme “Fräulein” que significa Señorita y de ahí el nombre de mi línea de diseños.
Esta joven diseñadora estudió artes plásticas en la Universidad del Sagrado Corazón y a esta formación atribuye su sentido de la composición, del color, de la textura, de la perspectiva, del encuadre y del conjunto, esenciales en la rama de la creación artística elegida por ella: la moda y el diseño. Como artesana certificada y con licencia para desempeñarse como tal, todas las piezas elaboradas por Frolain las hace ella totalmente a mano. Cada tocado es una pieza única, como la joya del más fino orfebre.
Después de graduada, se trasladó a Nueva York para explorar y desarrollar sus talentos. Mientras trabajaba en la Gran Manzana como “stylist” se dio cuenta que nunca encontraba los accesorios y piezas que culminaran su trabajo que dieran el toque final necesario. Manos a la obra, fue así que comenzó a diseñar sus propios accesorios y, particularmente los tocados y sombreros que llegaron a convertirse en la pieza clave, llamativa y diferente para completar los atuendos.
Fue tan solo hasta hace poco, que ninguna mujer salía a la calle sin un sombrero o tocado sin importar la ocasión. Luego el tiempo limitó su uso a bodas y eventos especiales. Entonces poco a pocoo, desafortunadamente, desaparecieron y se limitaron a los tocados o coronas de las novias casi exclusivamente. Tal vez fueron los “movimientos feministas” del siglo pasado los que nos “privaron” de llevar estas piezas como parte de la vestimenta diaria o más formal. Tal vez la vida cada vez más ajetreada. Pero en la moda, como en todo, se impone la ley del eterno retorno de las cosas. Los diseños de Blanca Viera le dan al tocado y al sombrero, esa imagen fresca muy de hoy, y retoman su función como parte del guardarropa esencial de una mujer bien vestida. La cabeza reconquista su lugar como punto focal y abre un mundo de posibilidades para los diseñadores, para la moda y para la mujer.
Contrario a lo que pudiera pensarse, dice Blanca, todo el mundo puede llevar un tocado. “De lo que se trata es de seguridad en sí misma y de personalidad. A nivel mundial”, continúa Blanca, “el tocado ha regresado con fuerza. Hoy día impera todo lo que es accesorio, lo que realce el carácter de la mujer que se atreve a sobresalir con una pieza dada. Poco a poco nos iremos acostumbrando a verlo como parte de estar a la moda, de ser “trendy”.
Además del arte, la arquitectura y la naturaleza, Frolain Blanca se inspira en la mujer de hoy para sus creaciones. Una mujer a la vez sutil, sensible y delicada, sin dejar de ser “edgy”, fuerte, profesional e influida por la tecnología es la fémina interesada en llevarlo sobre sí. No dejamos de mirar a la mujer de tiempos y siglos pasados, cuando seguir las pautas de la moda era toda una disciplina que nadie se atrevía a violentar. Capaz de llevar con gracia y elegancia, a toda hora del día y en cualquier clima, faldas voluminosas, inmensos sombreros, apretados corsets…. Pero claro, esta gran memoria para la moda de la cual está dotada, “es todo inspiración. A la hora de crear, “no me copio ni a mí misma, la reinvento y me reinvento constantemente”.
Veamos el proceso que comienza a raíz del vestido o el atuendo, los materiales y por supuesto la mujer que lo lucirá. Es esencial la comprensión del diseño del vestido y su estilo, de lo que la diseñadora tenía en mente a la hora de confeccionarlo. Los materiales, igual que el diseño del vestido, tienen su personalidad y voz propia. Hay que “escucharlos” para entenderlos y saber hasta dónde puede llegar cada uno, qué es lo más que nos puede dar, para aprovecharlo y hacer el mejor uso posible.
Luego viene el análisis del balance y la proporción con la cabeza donde se lucirán, unidos al peso del material. Los materiales para un tocado, observa Blanca, tienen que ser livianos, no pueden pesar en la cabeza para no incomodar. También deben tener una excelente base para que no se muevan ni molesten, para que la mujer luzca en todo momento confiada, segura y cómoda con lo que lleva puesto. Aunque se trate de esas piezas inmensas que le encantan a Blanca, como las que diseñó para la película “Meant to Be” filmada en Puerto Rico. Aquí se trataba de sombreros gigantescos, tipo carnaval y fue un regalo dejar volar su imaginación con estas piezas de fantasía.
Los tocados diseñados por Blanca para la colección “Pas de Deux” – Otoño-Invierno 2011 de la diseñadora Stella Nolasco reflejan esta esencia inspiración/creación de Frolain. Como todas las artes, a Blanca le encanta el ballet y tener la oportunidad de reinterpretar los tocados de ballets tan famosos como “Swan Lake” o “Nutcracker”, para las creaciones de Stella fue un reto único. En sus manos los guipures, el terciopelo, los encajes, las cintas, las plumas, el brillo del negro de los vestidos se transformaron en obras de arte totalmente nuevas, tan clásicas como el ballet y tan “trendy” como la mujer de hoy que las lucirá.
En el atelier de Frolain en la calle Riera en Santurce, las novias son clientas predilectas. “Es un reto lograr que cada una te exprese cuál es su sueño, cómo se visualiza en ese momento en que hace su entrada a la iglesia o lugar donde se celebre la ceremonia, esa primera impresión de frente que obviamente comienza con el rostro de la novia”. El tocado de novia es el encuadre de todo lo demás. Comienza y termina la visión creada por el vestido, el maquillaje, el peinado. Entonces Blanca se da a la tarea de interpretar y hacer realidad ese sueño. Frolain Blanca se proyecta al futuro con dos temas favoritos: el diseño de zapatos y la creación de una línea de tocados para niñas que se llamará Sophie. Como de ensueño.
Por Mariel Echegaray
Fotos Senen Llanos