Un nuevo rostro latino se asoma en Hollywood y es puertorriqueño. Se trata de la joven promesa Adrián Núñez, quien llegó a nuestras salas de cine recientemente con la cinta 30 Days with my Brother.
De padres cubanos, el novel actor nació y creció en Puerto Rico, pero también tuvo la oportunidad de pasar parte de su niñez en la vecina isla de St. Thomas donde, asegura, “aprendí a hablar inglés sin acento”, una destreza que le ha abierto las puertas en el mercado anglosajón. Desde edad temprana, Adrián se sintió atraído por las artes y los deportes. Comparte que le encantaba todo lo que se relacionaba con el performance, bailar y actuar, pues “ese era mi entretenimiento”.
“Cuando venía visita a la casa, mi hermana Vivian Marie me preparaba el vestuario y yo imitaba a Luis Miguel y a Chayanne. ¡Me encantaba entretener! Hacíamos escenas de actuación y comedia con mis primos. Ya cuando estaba más grandecito, tomaba la cámara de mis papás y grababa con mis vecinitos. Académicamente, era bien aplicado, llevaba un ritmo bien rápido. Además, jugué soccer, voleibol y equitación, lo que me enseñó mucha disciplina”, recuerda el artista en entrevista exclusiva para OCEAN DRIVE PUERTO RICO.
Una vez Adrián, de 29 años de edad, fue alejándose de la adolescencia, sus intereses cambiaron, una acción impulsada por la importancia de mantener el negocio familiar de sus padres: la venta de joyería en un establecimiento ubicado en el Viejo San Juan.
“Dejé de enfocarme en todo lo que era creativo. Decidí estudiar negocios, business, marketing y administración. Ya cuando estaba en segundo año de universidad, mis padres querían que hiciera un curso para certificarme en gemología. Era algo que me gustaba. Ciertamente estaba apasionado por el negocio y las ventas, iba a convenciones en Nueva York y Los Ángeles para conocer las nuevas tendencias”, comparte el intérprete. Fue precisamente en uno de esos viajes a California que optó por dejarse seducir por las artes.
“Nunca lo descarté y siempre quise tomar clases de actuación, así que me fui por tres meses inicialmente a Los Ángeles a tomar las clases y me encantaron. En ese tiempo hice muy buenos amigos”, entre ellos Omar Mora, quien escribió y produjo 30 Days with my Brother.
Pero Adrián regresó a Puerto Rico, sentía una enorme responsabilidad por el negocio familiar y estudiaba su último semestre en la universidad con una carga académica completa. Con múltiples compromisos por cumplir, organizó el décimo aniversario de la empresa de sus padres -al estilo alfombra roja- con la participación de una nueva línea de relojes y el auspicio de otros productos. “Hasta hice una revista para darle publicidad al evento. Fue una verdadera prueba y resultó ser todo un éxito. Mis papás y los clientes estaban muy contentos. Ese semestre terminé con 4.00 puntos. Cumplí con todos, pero me sentía medio vacío. Nos fuimos a Miami a ver a mi hermana, pero me puse tristón”, revela para luego confesar la verdadera razón de su desánimo.
“Me senté con mis padres y les dije: ‘Creo que tengo que hacer esto de la actuación’. No me podía quedar con esa duda de qué hubiera pasado. Dos meses después estaba en Los Ángeles y ha sido una experiencia de ocho años increíbles. He pasado momentos de retos, de madurez profesional y como persona”, manifiesta el joven de 5’11” de estatura.
Aunque en un inicio Adrián pensó que su futuro sería manejar el negocio en el que había crecido, estaba muy al tanto de sus inquietudes. “Vivimos en una sociedad donde lo normal es seguir un patrón como orden en la vida: estudias, consigues trabajo, te casas, tienes familia y vives tu vida. Hay que aprender que todo el mundo es diferente; cada quien tiene una travesía distinta”, añade.
Sus oportunidades
Adrián Núñez ha tenido presencia en una decena de comerciales a nivel nacional y en diferentes plataformas, como el cine, la televisión y el Internet. Su imagen ha estado vinculada a marcas como Cox Communications, Honda, Ford y VW, vigente en la actualidad, un proyecto en el que estuvo dirigido por Simon Bross. También participó de un comercial popular para Boost Mobile. Todo esto no fue un golpe de suerte, pues el actor boricua se preparó muy bien a través de reconocidos estudios de actuación, como The Groundlings, The Bramon García Braun Studio y The Imagined Life by Diana Castle. A su vez, tuvo la oportunidad de ser enseñado por el actor, director y escritor de la cinta Birth Of A Nation, Nate Parker. Algunos de los créditos más notorios de Adrián incluyen su personaje recurrente “Ramy” en la nueva serie dramática Startup (Crackle/Sony), protagonizada por Adam Brody y Martin Freeman.
También protagoniza el cortometraje Sometime, If You’re Lucky, donde comparte créditos con el actor boliviano Reynaldo Pacheco (Our Brand Is Crisis). Junto a Pacheco considera embarcarse en otro proyecto de naturaleza didáctica al colaborar con un curso completo de actuación, el que desea traer a Puerto Rico. Ambos afinan detalles para traer a la Isla la renombrada escuela de actuación y programa por Internet de Hollywood Academy of Performing Arts (HAPA). HAPA permite a los estudiantes aprender de la mano de profesores de la Universidad del Sur de California y, a su vez, audicionar para reconocidos directores de casting de televisión a nivel mundial. Además de establecer este programa en Puerto Rico, Adrián está desarrollando un programa que dará becas a tres estudiantes cada año.
30 Days with my Brother
La historia narrativa del filme presenta a dos hermanos que no se han visto por un período de 17 años a consecuencia de una tragedia familiar. Uno de ellos encuentra al otro, pero no todo es como se quedó hace casi dos décadas.
La particularidad de esta película independiente es que reúne a dos talentos puertorriqueños, pues junto a Adrián aparece su amigo Omar Mora, quien escribió y produjo el largometraje.
Aunque no se veían a menudo, por los proyectos distintos en los que participaban en Los Ángeles, Omar y Adrián nunca perdieron comunicación a través de los años.
Un día Adrián recibió una llamada de su amigo, quien le pidió un demo y algunas escenas de su trabajo. “No me dio mucho detalle. Luego me dijo que había escrito un guión y que yo era su primera opción para el protagónico. Me hizo llegar el guión y me enamoré de la historia. Es súper bonita, bien conmovedora y tiene enseñanzas. Mi personaje tiene muchas capas. Hay muchas cosas que podemos aprender sobre la vida”, asegura el hermano mayor de Gabriel en la vida real.
El filme, dirigido por Michael May, se filmó en sólo 14 días, lo que describe como un “reto bien interesante, pues ahora teníamos que grabar bien molestos, luego felices y luego emocionales”.
“Uno de los regalos más bonitos de este medio es que representa una forma de arte colaborativa. En 30 Days With My Brother, al ser un crew pequeño y limitado, tuvimos muchos momentos de break para compartir. Desde el primer día me sentí muy bien y creo que todos estábamos igual, porque sabíamos que estábamos creando algo muy especial”, comparte.
Luego de esta experiencia enriquecedora, Adrián ve el futuro del cine independiente con mucha esperanza, pues considera que se ha vuelto más accesible al público.
“Ahora hay más exposición. El cine independiente es necesario, como no te están dando dinero de un estudio de grabación, tienes más libertad de contar una historia como deseas. El cine no sólo es para reflexionar o para divertirse, puede ayudarnos de muchas maneras”, finaliza el actor, quien demuestra que es mucho más que una cara bonita.
Conócelo más:
– Primera película que viste en una sala de cine: Batman Returns, con Michael Keaton. ¡Yo vivía en St. Thomas y mami se quedó dormida!
– Un director: Alejandro González Iñárritu
– Un actor: Robbin Williams
– Una actriz: Julianne Moore
– Película favorita: De pequeño, Aladdin; ya con más años Gladiator y The Theory of Everything.
– Película que no te gusta: ¡Qué difícil! Déjame pensar… Salió hace poco, Gods of Egypt.
– Los esfuerzos humanitarios de Adrián Núñez lo llevaron a involucrarse con campamentos de verano ecuestres, como el de Equinoterapia en su club ecuestre, el Bosque Ecuestre La Sebastiana. Allí, junto a la fundadora Madeline López, ayudaba a promover el crecimiento físico, ocupacional y emocional de niños y adultos con capacidades diferentes por medio de interacciones y actividades con caballos.
– Al igual que muchas otras personas que buscan una oportunidad laboral en un país que no es el suyo, Adrián se enfrentó a la necesidad de hacer otras labores para vivir. “Fui mesero, tutor, bartender y hasta chofer, uno de los trabajos más honestos que he hecho”.
“Uno de los regalos más bonitos de este medio es que representa una forma de arte colaborativa”
“El cine no sólo es para reflexionar o para divertirse, puede ayudarnos de muchas maneras”