Este próximo 19 de mayo el príncipe Harry y la actriz Meghan Markle se darán el “Sí” finalmente en la capilla de St. George en Windsor. Alrededor de 2,000 invitados muy afortunados serán testigos de esta histórica unión real. Aunque suena envidiable el estar invitado a esta boda, hay ciertas reglas muy estrictas que cada uno de los invitados debe seguir:
- Escotes, tacones muy altos y faldas por encima de la rodilla no son aceptados en esta ocasión. Las mujeres también deben usar medias transparentes para cubrir sus piernas. Por el otro lado, es de cortesía y costumbre que las invitadas vistan de algún diseñador o marca del país en donde se llevará a cabo la boda.
- Usar un sombrero o un tocado en el cabello es sumamente importante en una boda real. Este es uno de los accesorios más importante en Inglaterra y es un ‘must’ para las actividades reales oficiales. Por el otro lado, las invitadas deben de pensar en el tamaño del diseño de su sombrero. Este no de debe de obstruir la vista de los otros invitados. No queremos que nadie se pierda un segundo de esta boda real. ¿Verdad?
- ¡Las redes sociales están completamente prohibidas! Está totalmente prohibido publicar imágenes de la boda sin el consentimiento de los novios o la familia real. Estos prefieren que las imágenes que sean publicadas sean oficiales y tomadas por profesionales. Tristemente los invitados no podrán tirarse selfies con la Reina.
- Todos los invitados tienen como tarea familiarizarse con los protocolos reales. Hacer una reverencia y dirigirse con respeto a los miembros de la familia real es una de las reglas de protocolo real más importantes. No querremos ofender a nadie de la realeza, y mucho menos a los novios.
- ¡La reina Isabel II es intocable! No se debe abrazar, tocar o iniciar una conversación con la Reina, al menos que ella inicie el gesto. Todo se trata de tener respeto y estar educado en el protocolo real de la familia.
- Meghan y Harry son personas muy comprometidas con la filantropía. De tal modo que le han pedido a sus invitados que cooperen con organizaciones benéficas en lugar de comprar regalos de boda.