Encontrar ese equilibrio perfecto entre nuestras agitadas vidas profesionales y las necesidades de nuestro cuerpo y mente no siempre es fácil, sobre todo en esta isla tan competitiva. Sin embargo, para el joven licenciado Kenneth Romero, lograr ese balance no es negociable, es fundamental para su éxito personal y como abogado.
“Trato siempre de mantenerme activo, y para eso también recurro al ‘spinning’, que llevo haciendo desde hace ocho años. En los últimos dos, he trabajado como instructor y realmente es algo que me apasiona”, dice el profesional de 44 años. “Me encanta la energía que trae a mi vida, que es la misma que comparto con mis estudiantes. Me encanta la idea de poder inspirar a la gente y de transformarlos”.
Para él, el ejercicio es parte de su diario vivir, pues es consciente de lo importante que es llegar saludable a la edad dorada.
“Cuando me toque a mí, quiero llegar lo más saludable posible, pues fue algo que vi en mi padre que vivió casi 90 años. No lo hago sólo para sentirme y verme bien, sino que en el momento cuando ya no pueda hacer ejercicios, esté lo más saludable posible,” recalca el también atleta quien ha participado de manera aficionada en maratones de spinning en la Isla.
Indiscutiblemente, esa energía que genera en su rutina de ejercicios se refleja también en su carrera de abogacía que comenzó a practicar en el 1992 luego de obtener su grado de Juris Doctor de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.
“Esta es una profesión que te prepara para incursionar en diferentes cosas. Cuando me gradué de leyes y estaba preparando mi resumé me encontré con un documento que hablaba de 400 cosas que podías hacer con tu profesión que no requerían estar metido en un tribunal. Y eso fue lo que busqué hacer”, explica Kenneth, cuya primera experiencia profesional fue como analista de política comercial internacional para el Departamento de Agricultura federal en Washington, D.C.
Luego de ahí — armado con una maestría en negocios internacionales y derecho mercantil de la American University College of Law en dicha ciudad — Kenneth optó por regresar a la Isla, con varias metas en mente.
“Quería incursionar en lo que era estrategia política. Ya habían pasado varios años desde que me había graduado de leyes y aunque era interesante el trabajo que hacía, siempre me ha gustado reinventarme y lo bonito de esta profesión es que te permite hacer eso y balancear mi práctica con el ejercicio.”
Ese proceso de reinvención profesional constante lo ha llevado durante la última década desde el corazón de una campaña política, a la histórica Mansión Ejecutiva y luego al servicio público en el Departamento de Transportación y Obras Públicas.
Pero finalmente, dice Kenneth que de la misma forma que se nutre de estar entre mucha gente o de escuchar la música alta mientras hace su ‘spinning’, también anhela la paz que le trae el vaivén de las olas de Culebra, donde tiene una casa de playa. Allí, por lo menos una vez al mes, se encuentra con la naturaleza…y con su balance.
Por Michelle Kantrow Vázquez
Foto Jesús Fuentes