Desde 1980, David Yurman ha sido internacionalmente reconocido como uno de los diseñadores de joyas más famosos en el mercado. Establecido como un escultor, David y su esposa Sybil tomaron su pasión por la excelencia y la creatividad, y lanzaron su marca. Continuando con esta tradición, su hijo Evan se unió a la compañía en el 2004. Actualmente, dirige las colecciones de caballeros, relojería y novias, al mismo tiempo que trabaja muy de cerca con su padre para crear una edición limitada de gafas.
Evan le trae a la compañía un nuevo aire. Su trasfondo de diseño y su interés en esculpir materiales raros, resulta en piezas que infunden una visión artística muy particular. Mientras la marca va evolucionando, Evan lo hace con ella. Por ejemplo, su línea “Royal Cord” reinterpreta lo clásico, mientras que “Wave” aprecia el arte japonés. Recientemente, específicamente a finales del año pasado, lanzó “Ancestrale”, para la cual se inspiró en los serenos viñedos de Cognac en Francia.
“Para hacer un cognac artesanal se requiere de una increíble cantidad de conocimiento, destreza e intuición que sólo se adquiere con el tiempo”, explica el propio diseñador. “Me llamó la atención que había una conexión entre el artesano del cognac y el creador de la alta relojería de Suiza. Ambos son creadores de dos maravillosos y complejos mundos. Por eso Ancestrale es el matrimonio entre lo orgánico y lo mecánico”, añadió el joven empresario.
En el mundo de este licor de cierta región francesa, la palabra “ancestrale” se refiere a un cognac añejado, refinado y deseado. Por esta razón, Ancestrale Tourbillon es una edición limitada de tres relojes, uno de ellos con bisel de diamantes color cognac. Y es que, aparentemente, Evan se inspira en los viajes. Fue justamente en un paseo por el Piamonte (en Italia) que nació su deseo por crear artesanalmente, lo cual lo llevó luego a diseñar para la multimillonaria compañía.
En sus piezas vemos frecuentemente motivos talismánicos, como los escarabajos egipcios o los elementos de los escudos de Atenas. “Prácticamente todas las formas que utilizamos en la joyería moderna, provienen de la joyería antigua. La clave para toda la joyería son los antepasados”, explica. “Me gustan las cosas que tienen una historia real, especialmente, desde que todo en nuestra cultura es tan plástico y poco trascendental”.
En Puerto Rico, las joyerías Reinhold y la tienda David Yurman en Plaza las Américas se enorgullecen en presentar las piezas de este joven creador, que nació entre el diseño, que honra a su padre torneando cables y que busca en siglos de historia para inspirarse y crear las fabulosas piezas de sus colecciones.
Cables, plata, diamantes y piel… todo tiene cabida en sus creaciones, siguiendo su estilo y demostrando su propia forma de ser.
Por: Verónica Rivera