El diseñador de modas David Antonio presentó esta semana la colección “Mediterranea,” una muestra de muchísimo color para el hombre y sofisticados estilos para la mujer. Causaron especial conmoción las camisas de hombre en tonalidades fuchsia, anaranjado y rojo. Estas camisas fueron combinadas con pantalones también en rojo y fuchsia. Obviamente, el diseñador – y sus seguidores – no le temen al uso del color ni al mono tono, pues la explosión de color fue diversa y muy aplaudida. Sin embargo, consciente de que no todos los hombres son tan atrevidos, pareó algunas camisas en tonos brillantes con pantalones blancos y beige. Con esta colección, David Antonio lleva al hombre a un mundo de moda más allá del khaki y del verde olivo. Propone integrar emoción a su guardarropa y lo hace mediante estampados florales y con detalles en bloque o con paisleys. Utiliza el azul marino, el chocolate, el rojo y el negro en formas y combinaciones inesperadas para crear la sensación de riesgo…aún cuando los colores son conservadores. Y es en esta línea de pensamiento que retoma el control de los neutrales. Esta vez de la mano de vitaminas de color : Como lo son el vino, el ocre, el verde manzana, el violeta y el turqueza. De esta forma, logra un efecto contemporáneo con tonalidades mayormente familiares para el hombre que disfruta más un estilo clásico en el vestir. Para la noche, presenta innovadores suits y conjuntos de chaqueta y pantalón en seda, algodón, gabardina y tweed. Los colores en la noche tienen destellos de brillo y mucho satin, pero lo más llamativo son las texturas de las telas. Para el hombre fashionista, sugiere añadir accesorios, como lo son las bufandas satinadas en dos tonos o en lentejuelas, y los sashes orientales y en tonalidades metálicas para la cintura.
La mujer recibe en “Mediterranea” un trato muy elegante y sutil. Sedas y encajes componen túnicas vaporosas para el día y la noche. Pero la sensación, inequívoca, fueron los kaftanes en pantalón. La pieza le imparte cierta modernidad al estilo mediterráneo sin perder su misticismo. También lucieron mucho las faldas de lápiz pareadas con blusas de alto impacto y volantes; y los pantalones de pata ancha, usados con blusas halter y coquetos cuellos de tortuga