Alcalde de San Juan lo nombra: Hijo predilecto de la capital y celebra trayectoria
El Alcalde de San Juan, Hon. Jorge Santini Padilla, celebró la trayectoria del diseñador de modas puertorriqueño, Harry Robles, en una emotiva ceremonia en la Sala Capitular de la Alcaldía de San Juan.
Santini le entregó una Proclama y declaró a Robles “Hijo Distinguido de la Ciudad Capital de San Juan.” Robles, Sanjuanero, celebra este año su aniversario de plata en la industria de la moda.
“Harry Robles representa el sueño de todo buen puertorriqueño que quiere labrarse un futuro sólido y prometedor con esfuerzo propio y trabajo,” dijo Santini. “Este Sanjuanero es ejemplo de tesón, dedicación y superación… Venir de abajo, de cuna humilde no lo detuvo nunca. Persiguió su sueño y construyó su propia empresa donde no sólo le da riendo suelta a su imaginación y talento, sino que provee una fuente de ingresos y empleo para otros puertorriqueños.”
Robles, por su parte, se mostró emocionado y agradecido.
“Para mí es un honor y un privilegio estar hoy aquí aceptando este reconocimiento,” dijo Robles. “La verdad es que estos 25 años han pasado bien rápido…Empecé con mucha ilusión y esfuerzo este trabajo, que es mi gran pasión. Lo hice con pocos recursos y poca ayuda, pero con mucho corazón. Seguí mi camino porque esto es lo que yo quería hacer desde pequeño. Dios y todos ustedes hicieron mi gran sueño una realidad.”
A la actividad asistieron clientas del diseñador, familiares, amigos, colegas de la industria de la moda y el equipo de costureras y bordadoras que laboran en su atelier.
“Verlos aquí, lejos de mi taller y mis máquinas de coser es bien extraño,” añadió. “Me siento emocionado y feliz…Jamás imaginé que mi trabajo llevara a que me hicieran este precioso homenaje. Desde el fondo de mi corazón agradezco la atención, el cariño y el apoyo.”
Sobre Harry Robles
El menor de seis hermanos, Robles nació en Santurce y se crió en el Barrio El Polvorín de Caparra. Mientras estudiaba en la Escuela Jardines de Caparra desarrolló una inmensa pasión por el baile. A los 16 años se unió al cuerpo del Ballet Municipal de San Juan y más tarde a Ballet Concierto. Su pasión le hacía coger la guagua de Caparra al casco de San Juan todas las tardes después de la escuela – y religiosamente – para no perderse ni un minuto de las clases de ballet clásico. Y fue entre ensayo y ensayo que se dio cuenta que nacía otra pasión: el dibujo. Robles aprovechaba cada minuto libre entre clases para dibujar zapatos de mujer. Su hobby fue ganando fanaticada, al punto que fueron muchos los que le pidieron que perfeccionara su técnica con talleres especializados. Y lo hizo.
En el 1985 se matriculó en el Liceo de Arte de San Juan. Luego de varias clases, se dio cuenta que ya sus dibujos no eran sólo de zapatos, sandalias y zapatillas con lazadas, sino de siluetas femeninas. Completas. Fue así que poco a poco se enamoró del cuerpo de la mujer y de la moda. Su tía, la bolerista Mary Pacheco, también contribuyó a su carrera. Harry la acompañaba a sus citas con el arte y su público, donde lo cautivaron los vestidos de Pacheco, el brillo, las plumas y los aplausos.
En el 1986 se unió al equipo de diseño de Carlota Alfaro. Trabajó también con David Fernández y con Betza Martorell, tres experiencias que recuerda como la gran escuela del negocio de la moda. Y de su vida.
En el 1991 decide que estaba preparado para montar su propio taller y abre en la Calle Loíza su primer atelier. Comenzó en un segundo piso donde el tráfico de clientas no se hizo esperar. Años más tarde se muda con su equipo de tres – en temporadas altas suman cinco – costureras al número 1752 de la misma Calle Loíza en Santurce. Es ahí, en el corazón de la CalleLoíza que lo vio crecer como profesional, que mantiene su taller y su boutique.